martes, 20 de septiembre de 2011

Mis viejos amigos...

En estos días casi no escribo, "no puedo escribir". El poco tiempo de soledad que tengo sólo me apetece acurrucarme y reinventar el calor.

Algo así como èsto:


jueves, 15 de septiembre de 2011

Deseé alguna vez que un poeta me amase...


Deseé alguna vez que un poeta me amase

Ahora duelen sus poemas en mi cuerpo‚
algo de mí que en él se reconoce hasta quebrar la imagen
de todo lo que fui.
Ahora deseo que me amase tanto que dejara de amarme
y sus palabras fuesen nieve
que el sol de junio fundiese entre mis pechos‚
allí donde su aliento insiste en acallar
esta tristeza antigua que siempre me acompaña.

De "Semillas para un cuerpo" 1988

domingo, 11 de septiembre de 2011

Otra vez "descreyendo"



La vida me ha enseñado que son muy pocos los que practican el arte del no-olvido y la honestidad.

Así ocurre que cuando uno encuentra a alguien que parece especial siente deseos de llevárselo consigo a todas partes, de compartirlo todo con él y hasta de quererle, sobre todo desde que querer dejó de ser un capricho de última hora o un consuelo ante la soledad.

Me pregunto si me estaré convirtiendo en una descreída o,
como me dijo alguien hace poco, en realidad siempre lo he sido, aunque me haya pasado la vida jugando a ser una niña feliz.


jueves, 1 de septiembre de 2011

Un día de no-playa


Venía convencida de que no podría bañarme y, sin embargo,me he bañado. Creì que, dadas las fechas ya no vería a mis amigos y, sin embargo, los he visto a casi todos. El agua sigue estando fría o muy fría, no hay más opciones. No parece el mismo lugar o será que mis ojos están empezando a mirar de distinta manera. Hoy, por ejemplo llueve, bueno, más bien diluvia. Hace años que no veía llover aquí. Si pudiera me iría a la playa a calarme hasta los huesos, sí, los mismos huesos que me duelen y a ratos me mantienen paralizada frente al mundo.